Alpaca: las virtudes de una de la aleaciones más elegidas para la confección de objetos. ¿Sabés por qué? Quedate que te lo contamos.
¿Qué es la alpaca?
La Alpaca -o metal blanco- es una aleación de cobre, níquel y zinc en proporción del 50 al 70% de cobre, 13 al 25% de níquel y 13 a 25% de zinc; su color y brillo son parecidos al de la plata y se caracteriza por su ductilidad y por su facilidad para ser trabajadas a temperatura ambiente.
Origen
Esta aleación fue inventada por los franceses Maillot y Chorier en 1819, por lo que en Francia se conoce como maillechort. Su objetivo principal fue imitar la plata para el servicio de mesa, en especial en lo que se refería a la cubertería.
Este tipo de material también es utilizado en la fabricación de imágenes religiosas, bombillas para mate o tereré, llaves de instrumentos musicales, trastes para guitarra, raíles de vías para modelismo ferroviario, diales de aparatos de radio, monedas, e instrumentos quirúrgicos y dentales, por mencionar solo algunas.
¿Por qué es el metal más elegido?
La alpaca es elegida por ser, en apariencia, casi igual a la plata en blancura, siendo susceptible a adquirir un buen pulido. Además, es una aleación dúctil y fácil para ser trabajada a temperatura ambiente. La adición de níquel le confiere una buena resistencia a los medios corrosivos -su calidad se considera mayor cuanto más níquel contenga en su composición.
¿Cómo mantenerla limpia?
Además de las formulas generales para limpiar la plata, se puede utilizar con un buen resultado el peróxido de hierro puro levigado, mezclado con un poco de aceite. Si el objeto esta muy sucio, se frota esta mezcla con el dedo, y si solo esta algo oscuro, se frota con un pedazo de gamuza y un poco de peróxido de hierro bien seco. Luego, se quitan los polvos con un pincel o cepillo fino.
Otros métodos Caseros
Sumergí en agua con jabón el objeto en un recipiente forrado con papel de aluminio por al menos 15 minutos. Si la suciedad es mucha, sumá una cucharada pequeña de sal: esto hará que la operación resulte más sencilla y eficaz. Pasado un tiempo prudencial, sacá el objeto y secalo bien para evitar que quede resto alguno de humedad.
Otra de las formas más simples de limpiar la alpaca es sumergir el objeto en un vaso de agua templada con una cucharada de bicarbonato y, con una trapo también humedecido en esa mezcla, frotar en los recovecos más difíciles. Así la alpaca recobrará su color original y su brillo.
Ahora que ya sabés por qué la alpaca es uno de los materiales más elegidos en cubertería y demás objetos, date una vuelta por nuestra tienda y mirá lo hermosos que quedan los cuchillos artesanales sobre esta aleación ¡tan amigable y delicada!